Repoblar en climas revueltos.

Por J. M. Mulet, el 6 noviembre, 2014. Categoría(s): Biología • Biología Molecular de Plantas • Bioquímica • Fisiología Vegetal • General • repoblación forestal ✎ 18

No deja de ser paradójico que escriba este post ahora, pocos meses después que un terrible incendio asolara el parque natural del Montgó, en la zona de Las Rotas-Cabo de San Antonio, donde pasé alguno de los mejores momentos de mi niñez. Independientemente de este hecho uno de los proyectos que estoy haciendo en el laboratorio, en colaboración con el grupo de Antonio del Campo y currado (y muy bien) por nuestro estudiante de doctorado Khaled Taïbi tiene que ver con repoblación forestal. Podeis preguntaros ¿qué pinta un químico reconvertido a biólogo molecular y biotecnólogo estudiando repoblación forestal?

 

Vamos a imaginarnos un bosque quemado, o una zona a la que queremos devolver su masa forestal. Tenemos presupuesto y queremos repoblarlo ¿qué especie elegimos? Lo más lógico sería pensar que las especies que había antes ¿no? De acuerdo, ¿qué variedad? Pues la que había ¿no? Aquí esta el problema. Debido a factores, principalmente derivados del cambio climático, las especies forestales no son invariables en determinada zona. Generalmente las especies más o menos se mantienen, pero las diferentes variedades van cambiando, en función de su capacidad de adaptarse a las nuevas condiciones. Esto se ve muy claramente en las montañas, donde las diferentes especies se reparten en función de su altura, debido a su tolerancia al frío y a otros condicionantes. En los últimos 20 años se ha visto como la mayoría de especies están migrando hacia arriba debido al aumento global de la temperatura, el problema es que cuando la montaña no es suficientemente alta, las especies que habitan en los estratos más fríos, simplemente desaparecen porque no tiene donde ir. Por lo tanto, sembrar exactamente lo que había y no tener en cuenta la migración puede suponer que te gastes una pasta, hagas un proyecto de repoblación y 5 o 10 años después veas que no has conseguido recuperar la masa forestal porque el bosque no ha prendido ya que los árboles que has utilizado no se han adaptado a las nuevas condiciones.

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Foto tomada en los pirineos. Se puede apreciar como la masa forestal está colonizando zonas más altas.

 

Por lo tanto para asegurarse el éxito de una buena repoblación, hay que hacer como los buenos futbolistas, que no corren hacia donde está la pelota sino hacia donde va a estar la pelota ¿y cómo sabemos donde estará la pelota? Aquí es donde entra en juego la labor de los ingenieros forestales y del trabajo de campo. Una forma es evaluar la capacidad de árboles de diferentes orígenes geográficos para adaptarse a diferentes condiciones. Se pueden poner campos experimentales en diferentes zonas climáticas (por ejemplo una fría, una seca y otra templada que haga de control) y ver como responden las diferentes variedades. Por supuesto esto requiere muy buena planificación ya que hay que prever contingencias como alguna plaga, incendio, etc… y sembrar bastante número de cada uno de los individuos para poder tener datos que tengan significación estadística y tiempo, ya que a los árboles les cuesta crecer. No obstante en 5 años ya puedes tener datos.

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Sembrando los bosques para nuestros hijos. Fullmoon between the tops of the fir forest, Serbia. Via Shutterstock

Un trabajo de ese estilo hicimos con Pinus halepensis (Pino carrasco) durante 5 años en diferentes campos experimentales, para determinar que variedades eran capaces de adaptarse mejor a las condiciones cambiantes, partiendo de la base que muchas zonas susceptibles de repoblación van a sufrir en los próximos años algún incremento de temperatura. Se eligió esta especie porque se considera que puede funcionar como pionera, es decir, que si se establece de las primeras, favorece que vengan otras especies, y además forma parte de lo que se llama «climax community» es decir, de las especies importantes una vez el bosque está establecido. Además requiere pocos cuidados y es muy resistente a condiciones climáticas adversas. Los resultados fueron que de todas las variedades probadas las denominadas «La Mancha» y «Levante Interior» fueron las que mostraron mejor adaptación. Para llegar a esta conclusión, publicada en la revista New Forests Volume 45, Issue 5 , pp 603-624 DOI10.1007/s11056-014-9423-y ha hecho falta 5 años de estudios y miles de medidas de altura, diámetro, etc y utilizar estadística para tratar de sacar conclusiones claras. Es decir muchísimo esfuerzo para llegar a dar con dos variedades que se adaptan mejor. ¿se puede simplificar? ¿podemos tratar de acelerar el proceso? Algo se puede hacer.

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Tratando de poner remedio. Wildfire and smoke. Vía Shutterstock

 

El siguiente paso de este estudio consistiría en bajar otro nivel. Tenemos datos de cuales aguantan mejor las condiciones adversas, datos que han costado años y esfuerzo. ¿Por qué no hacemos un estudio a nivel de fisiología y de bioquímica de los pinos que aguantan mejor estas condiciones? Sabemos que parámetros inciden en la defensa de estas plantas frente a la sequía o al frío, como son la acumulación de azúcares, de determinados aminoácidos, determinadas proteínas. Podemos estudiar los niveles de estos compuestos en especies tolerantes y compararlos con los de variedades menos tolerantes y tratar de encontrar algún biomarcador o algo que correlacione con la tolerancia, de cara que en el futuro con un análisis bioquímico o metabólico de algún compuesto, podamos hacer una estimación de la capacidad de adaptación que tendrá esa planta y ahorrarnos los 5 o 10 años de ensayos de campo. Pues en eso estamos a estas alturas del proyecto. Seguiré informando.

 

 

 

 



18 Comentarios

  1. Perfecto post, muchas soluciones técnicas muy interesantes, pero el principal problema está en que los parques naturales son, desgraciadamente, propiedad pública y decide el político de turno. Si los parques fueran privados otro gallo cantaría.

    1. El político no hace el proyecto de repoblación, lo hace un ingeniero. Y es este quien propone las especies a utilizar. LA gestión de los parques la llevan técnicos , no políticos. Si es cierto que son estos los que al final ponen la firma, pero eso es otra historia.
      Por otra parte, que sea parque nacional no significa que la propiedad sea del estado. En casi todos los espacios naturales hay propiedades privadas. Y generalmente más que del estado. Y eso no implica ni que las cosas per se se hagan mal ni que se hagan bien.

  2. Maullido, usted habla de probabilidades, y yo le voy a dar un ejemplo de certidumbre: parque del Montgó gestionado por la propiedad pública y convertido en un brasero

    1. La gestión privada se encarga de sacar rendimiento de lo que sea sin importar las consecuencias de sus actividades, los ejemplos están por todo el planeta.
      Y tal como están las cosas en esta cultura económica, la gestión pública no se diferencia en nada de la pública, porque están ambas interesadas en el rendimiento monetario no en el físico y real.

      1. No Sr. Busgosu, la propiedad privada cuida y protege con más eficiencia el medio ambiente que la gestión pública y encima sale más barato, es lo que se denomina “gestión privada comunal”, allá van algunos ejemplos: tierras de labranza en el 80 % del territorio suizo, tres millones de hectáreas japonesas, muchos puntos del norte de España desde el siglo xvi; sistemas de riego en Nepal, en Nuevo México (acequias), en el Valle de Aosta (consorzi), en Filipinas (zanjera), en Indonesia (subak), Tailandia (muang-fai) o en el levante valenciano (Tribunal de las Aguas de Valencia) y murciano; bosques alrededor del río Chapere por parte de los yucararé en Bolivia; Raniswara y Churiyamai, en Nepal; acuíferos en Finlandia; caladeros de pesca de Maine y Japón.. ¿quiere más?

  3. Ya se que se os habrá pasado por la cabeza Jose, pero aun así lanzo la pregunta… ¿Habéis pensado, una vez encontrado esas especies autóctonas, hacer ensayos con ellas y potenciar esas cualidades adaptativas para que no se vean desplazadas e incluso expulsadas de sus espacios naturales?

    Desde hace tiempo llevo pensando algo así pero en el ambiente urbano, siempre decimos que los arboles son importantes en las ciudades, pero nunca se plantea aprovechar la oportunidad de hacerlos mas productivos e incluso protegerlos del ambiente extremo que muchas veces suponen las urbes (En las ciudades los arboles suelen enfermar antes y su esperanza de vida se ve muy mermada).

      1. No tenía ni idea de eso. ¿Por qué fallan tanto las plantas transgénicas? ¿Por errores de las técnicas de ingeniería genética, que no son lo bastante precisas y modifican partes del genoma que no deberían modificar? ¿O por algún otro motivo?

      2. Entendido, aun estamos en pañales en ese sentido. Y de producirse un interés por soluciones en este sentido deberemos esperar pacientes a que den resultados en un periodo largo de investigación.

  4. Habeís pensado en usar pino canario?. Se da en alturas superiores a 400metros, no necesita demasiada lluvia ya que sus hojas retienen mejor la humedad y además es tremendamente resistente al fuego. Y a pesar de lo que pueda aparecer resiste el frío ya que crece en cumbres que sobrepasan con facilidad los 2000 metros.

  5. no habéis incluído pinos micorrizados en el ensayo? al fin y al cabo, las micorrizas pueden ayudar en la colonización y captación de nutrientes (tampoco son una panacea, ojo)

  6. Enhorabuena por el trabajo. Habeis valorado las especies en funcion de la prevencion de incendios, cuales son menos inflamables, el balance hidrico en la cuenca hidrogeografica y la biodiversidad?
    Saludos

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