Uno de los valores seguros en el mundo de la divulgación científica son los libros de física, ya sea de astronomía o de física de partículas. Las palabras «cuántica» y «universo» venden mucho. Desde que Stephen Hawking arrasara en las librerías con su «Breve historia del tiempo» y Carl sagan con «Cosmos» muchas editoriales han apostado por temas parecidos tratando de renovar el éxito. A veces incluso se aprovechan del tirón que tienen estas disciplinas para meter libros de coaching, de autoayuda o de salud natural con conceptos como cuántica, partículas o energía, pero obviamente, no es el caso de los libros que os traigo. Voy a hacer dos entregas, porque he recibido bastantes libros de física este año, y no me apetecía hacer un post kilométrico.

No tenemos ni idea, de Jorge Cham y Daniel Whiteson (Ed. Capitán Swing). ¿A cuantos os ha pasado oír una charla de Francis Villatoro y que todo os suene, pero que no os enteréis de nada? ¿Entendisteis lo de las ondas gravitatorias? y el spin ¿Qué es el spin? Realmente la física es una disciplina que avanza muy rápido y que cuesta actualizarse. Por eso es una maravilla encontrarse con un libro como este en el mercado. El libro está pensado para que te actualices en todo lo que se ha adelantado en los últimos años y para llegar a las fronteras de lo que sabemos en este momento. Por eso lleva el subtítulo de «Una guia para entender el Universo desconocido». Muy útil para entender alguna de las charlas de Naukas, o de cualquier otro evento de divulgación que se te escapa por que no tienes clara la diferencia entre un muón y un leptón. Además la edición es una delicia.  Las ilustraciones no tiene una función decorativa, sino que a pesar de su estilo de comic desenfadado son explicativas del texto y te ayudan a entender algunos de los conceptos que se explican.

Breves respuestas a las grandes preguntas, de Stephen Hawking (Ed. Crítica). Testamento literario del genio Stephen Hawking, en el que en forma de 10 capítulos responde de forma sencilla y clara a preguntas como ¿hay un Dios? ¿Podemos predecir el futuro? ¿Qué hay dentro de un agujero negro? o si es posible viajar en el tiempo. El libro cuenta además con dos prólogos, uno de Eddie Redmayne y otro de Kip S. Thorne y con un epílogo de Lucy Hawking. Cuando salió el libro, hace ya unos meses, se habló sobre todo de la opinión que expresa Hawking en el libro de que si hubiera una civilización alienígena, lo mejor sería escondernos y no contactar con ellos, ya que si son mucho más avanzados que nosotros lo más probable es que acabemos exterminados. Esta idea la expresa de forma muy gráfica en el libro, diciendo que cuando un ingeniero planifica construir una presa, no se preocupa por cuantos hormigueros va a destruir. Da que pensar, aunque yo soy un ferviente creyente en la paradoja de Fermi, que viene a decir, que dadas las grandes distancias espaciales y temporales que existen en el universo, es prácticamente seguro que haya vida en otras partes, pero que dos civilizaciones lleguen a encontrarse es complicado, prácticamente imposible. Por lo tanto, ser exterminados por una civilización alienígena haciendo obras públicas en nuestra esquina del universo no parece ahora mismo algo de lo que preocuparnos.  Por cierto, su respuesta a su visión de Dios es muy divertida, y la de si existió tiempo antes del Big Bang bastante gráfica. No me resisto a compartirla. Según Hawking probablemente preguntarse por el tiempo antes del Big Bang sea como estar en el polo sur y preguntarse que hay más al sur.

Usted está aquí, de Cristophe Potter (Ed. Crítica). Dentro de la divulgación hay veces que hablamos de divulgación dura, o de divulgación de frontera, que son libros que hablan de los últimos avances en un campo determinado. En algunos casos son libros «duros» puesto que requieran que el lector tenga una base o un conocimiento previo bastante establecido sobre la materia, aunque hay algunos que consiguen situarse en la frontera y además ser entendibles (por ejemplo, «no tenemos ni idea», reseñado anteriormente). En cambio hay otros libros que están dirigidos al gran público, y este es el caso del libro del que hablamos. El subtítulo «Una historia del universo» ya nos indica que este libro va a ser muy genérico, y de hecho lo es. No descubrirá nada nuevo a alguien que tenga algunas nociones de astronomía y la temática solapa con muchos libros sobre el tema desde los clásicos del «El Universo» de Asimov o «Cosmos» de Carl Sagan, a algunos más recientes como «Orígenes«, o «Hasta el infinito y más allá. Últimas noticias sobre el cosmos«. No hay nada especialmente original, por ejemplo, en algún momento se pone a describir el tamaño de objetos en potencias de 10, tanto hacia arriba como hacia abajo, pero esto es un libro clásico, de Scientific American. Tampoco se puede justificar este libro como un libro de frontera o que trate de llegar al conocimiento más nuevo, puesto que está escrito en el año 2009 y se ha publicado en el 2018, por lo que la editorial ha tenido que actualizar, por ejemplo, las fechas de fallecimiento de algunos de los científicos citados (aunque intuyo que el proceso de edición ha sido largo, porque la actualización no ha sido completa) o los resultados del proyecto LIGO. El libro tiene una particularidad, y es que el autor en muchos momentos aporta su visión personal y algunas divagaciones sobre el sentido del universo o la forma de abordar su estudio, si puramente científica, o con influencia del arte o la teología. Que un autor aporte especulaciones propias no tiene por que desmerecer un libro, de hecho el reseñado anteriormente de Stephen Hawking es más especulación e ideas del autor que divulgación científica. El problema es que a mi las divagaciones de Stephen Hawking me parecen muy interesantes, y estas, no tanto. Sobre todo cuando en algún momento llega a citar a gente como Rupert Sheldrake, más conocido por sus aportaciones pseudocientíficas como la idea de los campos mórficos o la telepatía, que por sus aportaciones como bioquímico. Por lo tanto, al lector habituado a leer divulgación científica este libro no le aportará nada demasiado nuevo, sin embargo puede servir como una aproximación inicial a la historia del universo.