El post de hoy es obra de Diego Moreno, alumno de la asignatura de comunicación científica del máster en biotecnología molecular y celular de plantas.
Cada vez que me preguntaban por qué elegí estudiar las plantas, nunca sabía cómo responder. En principio, parecería una respuesta fácil, al fin y al cabo, es escoger palabras para explicar por qué hice esa elección. Sin embargo, era justo ahí donde recaía mi problema, en la elección de esas palabras, en llegar a esa idea. Mi deseo era reflejar mi pasión y que cualquier persona que me preguntase se acabara impregnando de lo que yo sentí.
Es una cuestión de sembrar ese pensamiento en la otra persona.
Un día recordé ese momento en el que mi cabeza hizo clic y vio lo bonito de las plantas. Aunque ahora pienso si lo que me hizo amar el mundo vegetal fue ese clic repentino o fue un producto de diferentes vivencias que poco a poco, como granitos de arena formando una duna, me llevaron a sentirme atraído por este mundo.
De una forma similar a esta pequeña paradoja es como piensan las plantas.
Siento decirte que las plantas no «piensan», o al menos no como nosotros pensamos.
Si nuestro pensamiento (simplificando) es un producto de una serie de señales que parten desde la mente (muchas veces provenientes de estímulos), se convierten en otras señales, por ejemplo, en hormonas, y luego esas hormonas hacen que en nuestro cuerpo algo cambie. Las plantas, sólo tendrían esta segunda parte. Por no comentar que no existe un sistema neurológico vegetal y que el pensamiento crítico es algo único en mentes desarrolladas.
Hormonas vegetales hay varias, normalmente trabajan en conjunto o se regulan la acción entre ellas mismas. En concreto, en el laboratorio estamos investigando sobre las auxinas.
Las auxinas, activan muchísimos procesos. Se encargan principalmente de todos los procesos de desarrollo de las plantas. También se encargan de los “tropismos”, los “tropismos” son los movimientos que son capaces de realizar las plantas. ¿Has visto alguna vez cómo las hojas tienden a ir hacia la luz? Eso sería un ejemplo de ellas. ¿Y cómo se producen estos movimientos o crecimientos? Porque las células vegetales “se estiran”, crecen, se dividen… produciéndose el desarrollo o movimiento. Estos mismos procesos celulares los activan las auxinas.
¿Recuerdas ese granito de arena que puede ser parte de una duna o no? Las auxinas actúan de una forma similar. Se transportan y se acumulan en un punto donde es crucial, como en la imagen superior. Las zonas azules representan la actividad de las auxinas, vemos cómo se acumulan en las curvas porque la raíz sufrió movimientos y tiende a ir siempre hacia abajo, hacia la dirección de la gravedad. También vemos que en algunas acumulaciones se empiezan a formar raíces laterales.
Cuando estaba en la carrera sólo escuchaba sobre el transporte de las auxinas, pero… ¿y si no sólo es importante el transporte? ¿Y si se crea esa hormona donde es necesario? Esto mismo es lo que estamos estudiando.
Muchas veces nos creemos que lo investigado será siempre así. Y esa es una de las cosas que me encantan de la ciencia, la búsqueda del “¿Y si…?”
Y sí, fue justamente en una clase de hormonas vegetales donde me explotó la cabeza. Donde comprendí lo complejo que es la regulación de las plantas para poder sobrevivir en el suelo. ¿O quizá fue el momento donde mi abuela me enseñó un limonero que daba naranjas? ¿O la insaciable lucha de mi madre por hacer que sobrevivieran sus macetas?
La cabeza es muy compleja, y las plantas, desgraciadamente (o por suerte), también.
Las plantas son vidas , 2023 triste realidad del ser humano la tecnología y sus ambiciones an hecho desaparecer a todo ser que nos de vida y nos ayude a sobrevivir estamos murieron y pensamos que todo está bien ,cuando solo vemos lo material como una vida.