La fiebre de los tomates

Por J. M. Mulet, el 25 julio, 2023. Categoría(s): Marc Balanzá ✎ 2

El post de hoy es obra de Marc Balanzá García, alumno de la asignatura de comunicación científica del máster en biotecnología molecular y celular de plantas.

Todos los años, en diferentes partes del mundo, experimentamos el impacto de enfermedades como la gripe y, más recientemente, la COVID-19, especialmente durante los meses más fríos. Nuestro cuerpo responde a estas enfermedades, causadas por patógenos, generando síntomas como fiebre, tos y congestión nasal. Sin embargo, hoy quiero hablar de un fenómeno similar que ocurre en los tomates, conocido como «la fiebre de los tomates».
Al igual que nosotros los humanos, las plantas pueden contraer enfermedades tanto por plagas de insectos o por otros seres más pequeños, de niveles microscópicos, llamados virus y viroides. Debido a su tamaño no los podemos ver y es posible que te los comas en tu día a día, pero las buenas noticias son que no tendrás tos o mocos por culpa de estos patógenos. Sin embargo, son agentes infecciosos que pueden causar enfermedades en una amplia variedad de especies vegetales.

Le invito a ir al mercado y mirar detenidamente en busca de algún tomate que se parezca al de la foto. Ahí lo habrá encontrado, el virus rugoso de tomate que afecta a plantaciones a lo largo del mundo. Aún así se puede comer, ¿pero se imagina que algo incluso más pequeño que un virus puede impedir que den fruto las tomateras? Los viroides son la respuesta. Formados por moléculas de ADN, no tienen genes como nosotros, pero se incrustan dentro de los mecanismos de la célula. Uno de los más famosos es el Citrus Exocortis (CEVd), que agrieta la corteza de los arboles de cítricos formando escamas y produce enanismo.
La tomatera infectada también crece menos, con hojas rugosas y raramente da fruto produciendo esta “fiebre de los tomates”. A parte, libera una fragancia al ambiente para advertir a las plantas vecinas de que está enferma y que se protejan, los llamados volátiles. En el laboratorio queremos “oler” mediante técnicas químicas esta fragancia para luego hacer un perfume que avisen a las tomateras antes de que llegue el viroide. Así solo habría que rociar con un spray las plantas para hacerlas más resistentes.
Por otro lado, estamos centrados en combatir la fiebre de los tomates mediante el uso de una sustancia para las plantas, conocida como 1-MCP. Este compuesto se utiliza en la industria agrícola para el transporte de frutas, ya que bloquea los sensores que detectan el etileno, un gas natural producido por las frutas y las plantas. Por ejemplo, si colocas una fruta cerca de manzanas, estas madurarán más rápido debido a la liberación de etileno.
Sin embargo, el 1-MCP actúa disminuyendo los síntomas asociados, pero no eliminando la infección en sí. De esta manera, se busca mitigar los impactos negativos causados por el viroide en la salud y desarrollo de las plantas afectadas.
El objetivo principal de este trabajo consiste en comprender el funcionamiento de dos estrategias, la aplicación de perfumes y el uso de 1-MCP, y buscar su combinación. De esta manera, nuestro propósito sería alertar a la planta de una posible infección antes de que ocurra, y si llegara a entrar el viroide, intentaríamos tratarlo utilizando las herramientas disponibles.



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