Post realizado por Ernesto Escoms.

 

Cuando leemos u oímos la frase “el tamaño importa”, a la mayoría nos viene a la mente el mismo tema,  pero que no cunda el pánico, este post no trata de nada de eso. A los alumnos del máster en biotecnología de plantas del IBMCP se nos ha encomendado que resumamos nuestro Trabajo Fin de Máster para publicarlo aquí, así que nada, encantado de contaros lo que estoy haciendo en el laboratorio. Trataré de ser claro, breve y ameno. Espero que os resulte interesante.

Las plantas pueden parecer a primera vista organismos algo simples, pero como decía la madre de David Meca, “nada más lejos…”. Dentro de éstas existe un sinfín de redes genéticas interconectadas que proporcionan a cada planta su identidad (forma, época de floración, caída de las hojas, etc.), estando muchas de estas redes reguladas por las hormonas vegetales.

Experimentos anteriores en nuestro laboratorio sugieren que las giberelinas, una de las principales hormonas vegetales que regulan múltiples procesos en las plantas, están implicadas en la iniciación de los óvulos, determinando tanto el número como la forma de éstos. Sin embargo, se conoce muy poco acerca de qué genes determinan el número de óvulos.

Por este motivo, en nuestro laboratorio estamos interesados en encontrar nuevos genes regulados por las giberelinas que estén implicados en el número de óvulos y así comprender mejor el papel de dicha hormona en este proceso. Pero… ¿Cómo podemos buscar estos genes? Bien, para responder a esto, antes os tengo que presentar a nuestras protagonistas, las proteínas DELLA. Estas proteínas son las que se encargan de mantener a raya los niveles de giberelinas mediante un constante tira y afloja. Las DELLA mantienen los genes diana de las giberelinas desactivados y las giberelinas provocan la degradación de las DELLA y la consiguiente activación de los genes. Por ello, usamos mutantes de Arabidopsis thaliana cuyas proteínas DELLA no pueden ser degradadas por las giberelinas, de modo que la planta cree que no tiene esta hormona y nos permite ver sus efectos sobre el número de óvulos.

 

FIGURA 1
Acalorada batalla entre una giberelina y una proteína DELLA en plantas normales (Izqda.). Proteína DELLA cansada de jugar con las giberelinas en una planta mutante (Dcha.).

 

 

Por otro lado, tenemos también plantas sin DELLAs, así tenemos ambos casos, plantas que creen que no tienen giberelinas y plantas que creen que tienen muchas. Sobre todas estas plantas realizamos la mayoría de experimentos, como cruces con otras plantas mutantes de genes que tengan algún efecto sobre el número de óvulos o viendo los niveles de expresión de algunos otros. De este modo podemos obtener pistas de qué genes son posibles candidatos de actuar junto con las giberelinas para regular el número de óvulos y por consiguiente, de semillas.

 

Llegados a éste momento muchos os preguntareis: ¿Pero todo esto para qué sirve? ¿Tiene alguna aplicación? A lo que responderé con otra pregunta: ¿Te imaginas unas vainas más grandes con muchos más guisantes o alubias? Seguro que muchos  agricultores de estas especies  incluso sueñan con ello. Este es nuestro propósito y objetivo final, generar una aplicación biotecnológica que permita aumentar significativamente los rendimientos en los cultivos en los que se aproveche su semilla. De este modo, seríamos capaces de producir más grano en menos superficie de cultivo (contaminando menos) y permitiendo al agricultor aumentar sus beneficios.

Por ello, reivindico la importancia de la ciencia y la investigación básica pues, aparte de ser algo precioso y de lo que estoy disfrutando mucho, sin conocer bien los procesos y mecanismos internos reguladores de las plantas, seríamos incapaces de desarrollar aplicaciones que nos ayuden a solucionar problemas o mejorar la sociedad.

Y como dicen que es de bien nacido ser agradecido, os doy las gracias a todos los que hayáis leído el post, sobre todo a los que lo habéis leído entero. Espero que os haya gustado y os animo a comentar cualquier duda, sugerencia u opinión.

 



6 Comentarios

  1. Me parece un trabajo muy interesante. Como bien dices Ernesto, si somo capaces de regular el número de óvulos (y por lo tanto de semillas), mediante la aplicación de ácido giberelico, estaremos ante un gran avance no solo para aumentar los rendimientos de los cultivos, si no también para disminuir la contaminación y reducir los inputs en las explotaciones. Enhorabuena de antemano y mucho ánimo.

    1. Antes que nada, muchas gracias por tu comentario y por tus ánimos. Respecto a lo que comentas de aplicar exógenamente la hormona, aunque se hace en algunos cultivos, en nuestro caso sería contraproducente ya que, aunque no lo he comentado en el post, las giberelinas regulan negativamente el número de óvulos (cuando aplicas giberelinas hay menos óvulos).

      Gracias y un saludo!

  2. Hola Ernesto, un estudio muy interesante el que realizas y con un objetivo muy claro. Gracias por compartirlo de forma tan sencilla y entretenida, aunque me parece que no será tan fácil como lo pintas en tu explicación. Mucha suerte a tí y a todos tus compañeros en vuestro arduo y duro trabajo. Afortunadamente hay personas como vosotros que disfrutan aportando su granito de arena a la ciencia.

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