El post de hoy es obra de Alex Oliván, alumno de la asignatura de comunicación científica del máster en biotecnología molecular y celular de plantas.
Este es un proyecto muy interesante en el campo de la agricultura que podría revolucionar la forma en que las plantas crecen y se nutren. Se trata de utilizar bacterias amigables para ayudar a las plantas a absorber un elemento esencial pero difícil de conseguir: el fosfato.
El fosfato es un nutriente vital para el crecimiento de las plantas. Sin embargo, a menudo está presente en el suelo en una forma que las plantas no pueden aprovechar fácilmente. Esto se debe a que el fósforo inorgánico forma precipitados insolubles con en muchos suelos y solamente un 0,1% del total está disponible para la toma por las raíces de las plantas. Como resultado, los agricultores deben agregar fertilizantes de fosfato para garantizar que sus cultivos obtengan suficiente cantidad.
Aquí es donde entra en juego un gen especial. Este gen permite a ciertas bacterias tener la capacidad de liberar el fosfato de los compuestos en los que está atrapado y convertirlo en una forma que las plantas pueden absorber fácilmente. Estas bacterias, cargadas con este gen, se convierten en aliadas de las plantas al ayudarlas a obtener el fosfato que necesitan para crecer y desarrollarse de manera saludable.
Pero la historia no termina ahí. Estas bacterias también tienen la capacidad de transferir el gen de solubilización del fosfato a otras bacterias del suelo a través de un proceso llamado transferencia horizontal de genes. En términos sencillos, esto significa que las bacterias pueden «compartir» su habilidad para solubilizar el fosfato con otras bacterias que normalmente no lo poseen.
Imagina el suelo como un ecosistema lleno de bacterias trabajando en equipo. Cuando las bacterias que contienen el gen de solubilización del fosfato se encuentran con otras bacterias en el suelo, pueden transmitirles este gen especial a través de la transferencia horizontal de genes. Como resultado, se crea una red de bacterias que pueden ayudar a solubilizar el fosfato en el suelo, beneficiando a las plantas circundantes.
Este proyecto tiene el potencial de mejorar significativamente la forma en que las plantas absorben el fosfato y reducir la dependencia de los fertilizantes químicos. Al proporcionar a las plantas una fuente de fosfato más accesible, podríamos mejorar la eficiencia en el uso de los recursos y reducir el impacto ambiental asociado con la agricultura intensiva.
Además, esta técnica podría ser especialmente beneficiosa en áreas donde la disponibilidad de fosfato es limitada o costosa. Al maximizar la absorción de fosfato por parte de las plantas, podríamos mejorar la productividad agrícola y contribuir a la seguridad alimentaria a nivel mundial.
Con este enfoque innovador, podríamos mejorar la eficiencia en el uso de los recursos agrícolas y reducir la dependencia de los fertilizantes químicos, lo que tendría un impacto positivo en la producción de alimentos y en el medio ambiente.
En resumen, este proyecto utiliza bacterias portadoras de un gen de solubilización del fosfato para ayudar a las plantas a absorber este elemento esencial. Además, estas bacterias pueden transferir este gen a otras bacterias del suelo, creando una red beneficiosa para las plantas circundantes y también ayudando al medio ambiente reduciendo el uso de fertilizantes químicos.