No me toques los óvulos

Por J. M. Mulet, el 12 julio, 2017. Categoría(s): Biotecnología del desarrollo • General • Joan Freixas • Master IBMCP • Óvulos ✎ 4

Post escrito por Joan Freixas, alumno del máster de Biotecnología Molecular y Celular de Plantas que organiza el IBMCP.

 

¿Se puede controlar el desarrollo de los óvulos? ¿Cómo se controlan los óvulos? ¿Cómo se regula el proceso? ¿Qué utilidad tiene? En esta publicación intentaremos ir resolviendo una a una todas las cuestiones en lo que se refiere al funcionamiento de una parte importante del órgano femenino de las plantas y al papel positivo y negativo de las hormonas vegetales en la formación de los óvulos.

¿Pero qué son los óvulos? Quizás debería haber empezado hablando del gineceo de la flor, también conocido como pistilo, que es el órgano reproductor femenino de la planta encargado de la formación de semillas y frutos. Este órgano está principalmente compuesto por tres partes: el estigma, el estilo y el ovario. Ahora bien, destacamos el ovario que comparte similitud con el órgano reproductor femenino humano. Asimismo, es donde se forman y albergan los óvulos (Fig. 1) con el gameto femenino u oósfera, portadoras de una parte de la información genética del parental.

Fig. 1. Ubicación detallada de los óvulos dentro del ovario del gineceo.
Fig. 1. Ubicación detallada de los óvulos dentro del ovario del gineceo.

Para aclarar conceptos, si comparamos el mundo animal y vegetal, en ambos existen dos tipos de gametos: el femenino y el masculino. En el primer caso, estos se corresponden respectivamente a los óvulos y a los espermatozoides, mientras que en las plantas estos términos se corresponden a la oósfera y al polen.

¿Pero, cómo se controla la formación de óvulos? Por lo que se conoce actualmente, el sistema en general es muy complejo debido a la participación y al efecto de distintos factores de transcripción y hormonas vegetales.

Fig. 2.  Modelo del inicio de la formación de los óvulos.
Fig. 2.  Modelo del inicio de la formación de los óvulos.

Por una parte, existen múltiples factores de transcripción, es decir, proteínas que regulan la expresión de un gen, tales como CUC1, CUC2, ANT, BZR1, MP y PIN1, que interactúan entre sí para permitir el control del inicio del óvulo. Por otra parte, las hormonas regulan este proceso por la interacción de una serie de hormonas vegetales como son las auxinas (IAAs), los brasinosteroides (BRs) y las citoquininas (CKs), que tienen un papel fundamental en la regulación específica de la expresión de los genes anteriores.

Uno de los objetivos principales del trabajo es averiguar el papel de otra de las hormonas vegetales, las giberelinas (GAs), que, según estudios no publicados, impiden la formación de óvulos. Además, otro de los objetivos se centrará en corroborar en tomate el modelo propuesto en Arabidopsis para el desarrollo de los óvulos.

Y a partir de esto, ¿hacia dónde vamos? En resumidas cuentas, buscaremos si las giberelinas regulan negativamente el proceso a través de la interacción con las otras hormonas vegetales, o si lo hacen directamente sobre los genes que intervienen en el modelo.

Volviendo al objetivo fijado, ¿cómo conseguiremos entender cuál es el papel final de las giberelinas? Para ello utilizaremos una colección de plantas con alteraciones hormonales que nos permitirá estudiar los efectos de las hormonas que intervienen en el desarrollo de los óvulos. Por un lado, se localizarán temporalmente las hormonas auxinas (Fig. 3) y giberelinas en los óvulos y sus alrededores, y, por otro, se utilizará la tecnología PCR cuantitativa para estudiar los cambios y las diferencias de expresión de los genes a lo largo del tiempo.

Figura3
Fig. 3.  Localización de la hormona auxina en los óvulos de tomate.

121Y seguramente, llegados a este punto, a muchos de ustedes les surgirán otras preguntas… ¿Por qué es tan relevante este suceso? ¿Qué finalidad o utilidad puede tener el estudio de los óvulos? A simple vista, puede parecer que no tiene interés alguno, pero en realidad es todo lo contrario… ¿No me creen?

Sin duda, conocer el proceso de formación de óvulos desde el inicio hasta el mismo desarrollo del fruto ha sido crucial para entender el proceso evolutivo de las plantas. Además, este trabajo resulta relevante desde el punto de vista económico y agrícola, ya que permitirá entender más en profundidad y arrojar un poco de luz al complicado sistema de formación de óvulos y así, poder llevar a cabo mejoras del rendimiento de cosechas, y en consecuencia incrementar el número de semillas.



4 Comentarios

  1. ¡ Maravilloso.!
    Hay explicaciones tan claras y concisas que merecen un premio y, en este caso, premio doble.
    Al » ¿No me creen.? » respondo: ¡Claro que lo he entendido.!

    Gracias por tan buen artículo.

  2. Muy buen artículo, las descripciones hechas son muy fáciles de entender para las personas que no tenemos conocimiento del tema. También encuentro que el tema es muy interesante.

  3. ¡Sencillamente genial! Se nota que hay una maduración del investigador/redactor de este post, sin lugar a dudas. Me ha chiflado la manera en que está escrito el artículo, de cómo habla de un concepto especializado como el de la ovulación de los tomates con un discurso bien trabado y un lenguaje tan fácil de comprender. Estoy ya deseoso de leer más artículos como este. ¡Te felicito!

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