«El Jinete Pálido» Todo lo que siempre quisiste saber sobre la epidemia de gripe de 1918

Por J. M. Mulet, el 12 febrero, 2018. Categoría(s): Editorial Crítica • El Jinete Pálido • Epidemias • General • Gripe 1918 • Historia • Laura Spinney • Reseñas ✎ 3

Retomando la sana costumbre de hacer reseñas de libros, hoy traigo al blog un libro que hace unos días tuvo la gentileza de regalarme editorial Crítica. «El Jinete Pálido» de Laura Spinney. Ya sé que su título recuerda a un western crepuscular de Clint Eastwood, pero no tiene nada que ver, ya que el título hace referencia a una metáfora literaria sobre la epidemia de gripe del año 1918.

 

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Para la mayoría de la gente «Gripe» es sinónimo de afección benigna invernal. Como mucho dos o tres días en cama, a pesar de las campañas anuales de vacunación que nos hablan de la peligrosidad real de esta epidemia, principalmente para niños y gente mayor. Sin embargo en el 2005 con la gripe aviar volvió el miedo, aunque al final, por suerte fue una falsa alarma. Mucha gente no entendió que una enfermedad como la gripe pudiera levantar tanta preocupación y disparar las ventas de Tamiflú. Probablemente por que olvidamos que la epidemia mundial más reciente que más víctimas ha causado no es el SIDA, sino la gripe del año 1918. De hecho recuerdo de niño a un profesor de los maristas contándonos en clase que la gripe entró en el seminario y mató a casi todos los seminaristas menos a él y unos pocos más. A mi siempre me pareció que era un cuento de abueletes para que nos abrigáramos en invierno, hasta que haciendo cuentas caí en el detalle que probablemente se estuviera refiriendo a la gripe del 18.

La autora (imagen de su web (www.lauraspinney.com)

Leyendo este libro uno puede hacerse una idea de lo que significó esta epidemia. Lo primero que habría que decir es que no es un libro de divulgación científica, sino un libro de historia que hace una completísimo análisis de la epidemia de gripe, desde sus inicios, su progresión y sus consecuencias. En varios capítulos habla puntualmente de temas científicos relacionados con la gripe, pero no es ese el objetivo ni el tema del libro. Hay dos cosas de este libro que me han gustado especialmente. Primera: últimamente se abusa mucho de la miscelánea en divulgación. Abundan los libros generalistas que tocan muchos temas en base a capítulos cortos. Hay libros de estos que están muy bien, otros que no tanto, pero me encanta encontrar libros que se centran en un tema concreto y le sacan todo el jugo. Y el segundo punto fuerte es que gran parte de los libros de autores anglosajones que se traducen al castellano se centran en la órbita cultural de habla inglesa, ignorando el resto del mundo. Esto es muy frecuente en revistas como «National Geographic» donde un artículo sobre historia de la ciencia forense publicado en la edición española en Junio del 2016 ignoraba avances anteriores hechos fuera de Estados Unidos. También hemos leído libros de divulgación sobre alimentación u otros temas donde todos los referentes que se critican nos son tan ajenos como si yo hablara de Txumari Alfaro o de Josep Pamies a un público de habla inglesa. No es el caso de este libro, ya que trata el tema de la epidemia desde una perspectiva universal, en el sentido más amplio de la palabra. Por ejemplo desarrolla bastante el tema de por que se le llamó injustamente gripe española, cuando realmente no sabemos donde se originó la epidemia (la autora discute tres posibilidades diferentes), pero es seguro que no fue en España, simplemente en España se empezó a informar de esta epidemia por que era un país neutral donde no había embargo de la información. En Francia se le llamaba la enfermedad 11 y en todos los países implicados en la primera guerra mundial se censuró la información sobre el tema. Por cierto, en España se le llamó «el soldado de Nápoles», por una pieza que aparece en la zarzuela «La Canción del Olvido», muy de moda en la época.

Es especialmente interesante el capítulo que describe como la gripe en Zamora fue mucho más virulenta que en otras ciudades por culpa del Obispo que se empeñó en organizar rogativas y misas solemnes, por lo que reunía a la gente en espacios cerrados y favorecía el contagio. Algo parecido pasó en Burgos, mientras que en ciudades menos devotas la mortalidad fue menor. Por cierto, que este hecho lo leí hace mucho tiempo, lo quise incluir en «Los productos naturales ¡vaya timo!» como ejemplo de que la curación por la fe es poco efectiva, pero al final no lo hice por no encontrar ninguna referencia. Este libro le dedica un capítulo completo a esta historia, con nombres, fuentes, datos y fechas. Una delicia. También hay ejemplos de los efectos en otras partes del mundo como China (uno de los países sospechosos de ser el foco y de transmitirlo a partir de las brigadas de trabajadores que participaron en la primera guerra mundial en apoyo de Francia y Gran Bretaña) o en Brasil, India o Sudáfrica.

 

Por lo tanto es una disección completa y precisa de la epidemia de gripe y de todo lo que nos queda por saber más de 100 años después, imprescindible para cualquiera que quiera informarse del tema y las repercusiones que tuvo en la cultura y la sociedad, algunas de las cuales han llegado hasta nuestros días.



3 Comentarios

  1. Hola,

    Gracias y enhorabuena por la recensión. Más ganas aún de leer ese libro.

    Imagino que sí conocerás el artículo del diario «La Opinión. El Correo de Zamora» de hace diez años en que se mencionaba lo insalubre de las rogativas en relación a la gripe de 1918:
    http://www.laopiniondezamora.es/zamora/2008/12/22/gripe-siglo/322911.html

    En él aparecen varias referencias sobre el tema (artículo de Antoni Trilla, libros de Beatríz Echeverri y Francisco Javier Gacía-Faria)

    Un saludo

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