Post realizado por Carlos González, alumno del máster de biotecnología molecular y celular de plantas.

 

No, esto no va a ser un repaso sobre teología y el Génesis. Puede que me llame Carlos, que en inglés se escribe Charlie, pero ni genero tomates con mis manos, ni soy un gran pastelero. Hoy voy a hablar de dónde vienen las semillas de las hortalizas que consumimos diariamente.

Las semillas que se cultivan ni caen del cielo, ni los agricultores se pasan horas estrujando tomates para obtenerlas. Provienen de las temidas casas de semillas. En estas empresas, en las que obviamente no trabajan Oompa Loompas, ni crean chocolatinas exóticas, ni meten billetes dorados en sus paquetes, se encargan de que tu tomate de la ensalada tenga esa forma perfecta, ese color exuberante, ese sabor… bueno, un sabor discreto, pero eso es otro tema.

Estas empresas tienen sus individuos élite, las plantas que tienen características muy valoradas, sus superheroínas. Estas plantas son las que se encargan de producir las semillas que luego se venderán a los agricultores y que son su bien más preciado. Estos parentales pueden tener diferentes características importantes: resistencia a enfermedades, fruto de gran calibre, fruto con gran olor… Los mejoradores, los estrategas de las plantas, planifican perfectamente que parental cruzar con otro para obtener su objetivo, no vale cualquiera. Estos parentales élites se cruzan para obtener los híbridos, que se definen como ‘plantas producidas por un cruzamiento de dos variedades o especies genéticamente diferentes’. Los híbridos crecen más rápido y le proporcionan muchas más ventajas al agricultor, por eso las empresas invierten mucho tiempo y dinero en producirlos.

La mayoría de las flores que conocemos hoy en día son “hermafroditas”, tienen tanto el aparato reproductor masculino como el femenino. Lo especial que tiene el tomate frente a otros cultivos es que, debido a la estructura de su flor, se autopolinizan, proceso denominado autogamia en el mundo vegetal. Es decir, el polen fecunda el ovario de la misma flor. Esto genera un problema en las casas de semillas cuando quieren cruzar sus parentales élites para generar su híbrido. Por eso en la industria, uno de los parentales suele ser estéril. De esta manera ya agenciamos un “sexo” a esa planta y se evita la autofecundación, pudiendo controlar el proceso a medida. Os dejo un esquema por si biología de 6 de primaria os queda muy lejana.

En este trabajo intentamos generar mediante la tecnología CRISPR/Cas9 un mutante estéril de tomate. ¿Qué c*ño es esto? Es una tecnología para editar genes creada por las recientes ganadoras del premio Nobel de Química, Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier, pero que tiene origen patrio. Este sistema fue encontrado por el español Francis Mojica en microorganismos, y las nobeles encontraron su aplicación en la ingeniería genética. Tiene muchas aplicaciones, pero en este caso lo que pretendíamos era eliminar la función de un gen.

Con esta tecnología, conseguimos suprimir uno de las etapas importantes en el crecimiento del polen. Por así decirlo, pudimos evitar que los granos se nutriesen, y como es normal, estos granos estaban destinados al purgatorio.

 

Nuestras plantas eran estériles. De esta manera, las casas de semillas podrían utilizar esta tecnología para editar sus plantas élites y hacerlas estériles masculinos. Se evalúa no solo que la flor contenga polen, sino cómo ha cambiado el resto de la planta, sobre todo, si ha variado la forma de la flor. En el campo, se coge polen del padre con un pincel y se pasa por el pistilo de la madre para que pueda fecundar el óvulo, la fecundación in vitro a lo vegetal. Normalmente se tiene que retirar los pétalos y las anteras del parental femenino para dejar el pistilo al descubierto, lo que es un engorro, y lo más importante para el mundo empresarial, una pérdida de tiempo y personal. Lo llamativo de nuestras plantas es que sus flores tenían el pistilo hacia el exterior, lo que facilita el proceso de “fecundación in vitro”. El proceso anterior se elimina por completo.

30CREATOR: gd-jpeg v1.0 (using IJG JPEG v62), default qualityOtra función que podrían tener estas plantas es en el cultivo de transgénicos, para evitar la famosa transferencia horizontal de genes. Eso que no deja de intentar meter Greenpeace por los ojos de toda la población. Con estas plantas evitamos que el polen de las plantas transgénicas pudiese ir a parar a otros cultivares no transgénicos y pasar sus modificaciones, ya que no tienen polen. No polen, no childs.

Ojalá esta tecnología me proporciones el suficiente dinero para vivir el resto de mi vida en una casa de pueblo en la montaña leones cultivando aloe vera y demás plantas crasas. De todas maneras, es un claro ejemplo de cómo la investigación básica da apoyo e ideas a la investigación aplicada, destinada a la sociedad actual.