El post de hoy es obra de Víctor Vázquez, alumno de la asignatura de comunicación científica del máster en biotecnología molecular y celular de plantas.
Piensa en un mundo en el que las plantas brillen en la oscuridad, como pequeñas estrellas luminosas en nuestro propio jardín. ¿Te suena como algo salido de un cuento o de una película de ciencia ficción? Pues déjame decirte que este mágico concepto está más cerca de hacerse realidad de lo que podrías imaginar.
En el fascinante campo de la ciencia y la biotecnología de las plantas, un grupo de investigadores se embarca en un proyecto revolucionario: el desarrollo de plantas bioluminiscentes. Estas plantas poseen la increíble capacidad de emitir su propia luz, creando un espectáculo de colores y brillo en la oscuridad.
Imagínate caminando por un parque que parece sacado directamente del mundo de Avatar, con plantas resplandecientes que iluminan el camino con su luz suave y partículas que te envuelven y brillan en la oscuridad. Sería como estar rodeado de un paisaje mágico y encantador, donde la naturaleza misma se convierte en un espectáculo de luces. Estas plantas son capaces de poder emitir luz incorporando genes especiales de un hongo que se descubrió que brillaba en la oscuridad.
Pero antes de que estas plantas puedan brillar intensamente, los científicos tienen que hacer algunos ajustes. Resulta que ya han descubierto una parte importante del proceso que permite a las plantas emitir luz, pero por ahora, la luz que producen es muy tenue.
Mi trabajo de fin de máster se centra en resolver este desafío y lograr que estas plantas brillen con una luz mucho más fuerte y brillante.
Para lograrlo, hay que trabajar con unos genes los cuales generan moléculas clave en el proceso de emisión de luz en las plantas. Quieren aumentar la cantidad de estas moléculas, llamadas enzimas y también aumentar la cantidad de otras enzimas involucradas en el proceso. De esa manera, se esper aumentar la luz final que emiten las plantas.
Pero eso no es todo. Para ayudar a que los genes responsables de la luz se multipliquen en las plantas, utilizo una tecnología muy especial llamada «replicación viral».
Estoy investigando cómo usar virus para hacer que las plantas brillen más. ¿Sabías que existen virus que pueden infectar a las plantas? Pues resulta que hemos encontrado una manera de aprovechar esos virus para introducir genes especiales en las células de las plantas y hacerlas emitir luz.
Imagínate esto: los virus llevan consigo los genes de bioluminiscencia y los «contagian» a las plantas. Estos genes son como pequeñas instrucciones que les dicen a las plantas cómo producir su propia luz. Pero aquí viene lo interesante: al utilizar estos virus modificados, podemos hacer que las plantas tengan más copias de estos genes de luz sin que estas se enfermen.
Es como si las plantas tuvieran un ejército de genes de bioluminiscencia trabajando en su interior, produciendo más y más luz. Así, logramos que las plantas brillen de manera mucho más intensa y llamativa.
Pero las plantas bioluminiscentes no se limitan solo a la estética y la fantasía. Mi investigación se enfoca en aprovechar estas plantas bioluminiscentes para aplicaciones prácticas y beneficiosas.
Una de las aplicaciones que están explorando es la creación de plantas centinelas. ¿Sabes qué es un centinela? Es alguien o algo que está siempre alerta y que nos avisa si hay algún peligro. Pues bien, estas plantas autoluminosas podrían convertirse en centinelas del medio ambiente. ¿Cómo? Detectando peligros en el entorno y emitiendo luz para alertarnos.
También podrían utilizarse en la iluminación de espacios públicos, como parques o plazas. En lugar de lámparas tradicionales, las plantas bioluminiscentes podrían proporcionar una iluminación suave y sostenible, creando un ambiente relajante y encantador.
Imagina un evento especial al aire libre, como un concierto o una fiesta. En lugar de luces artificiales, las plantas autoluminiscentes podrían crear una atmósfera mágica y única. Las personas podrían bailar y disfrutar rodeados de plantas que emiten su propia luz, creando un espectáculo visual impresionante.
Así que, mientras continúo inmerso en mi trabajo de fin de máster, no puedo evitar emocionarme por las posibilidades que se abren ante nosotros, desde iluminar las calles de pueblos y ciudades hasta convertirse en herramientas de investigación científica, estas plantas nos brindarían una experiencia inimaginable hasta el momento. Estrellas en nuestro jardín.